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Costa Rica presenta un clima propicio para las franquicias

12.04.2016

El Centro Nacional de Franquicias (Cenaf), de la Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR), tiene un papel protagónico desde el 2013 en la creación de sinergias entre entidades de cooperación para impulsar este sistema, principalmente en pymes.

Lo anterior ha involucrado la ejecución de programas de apoyo en capacitación para obtener la familiarización de los negociantes con el concepto, la colaboración de entes financieros y gubernamentales, y la atracción de una mayor cantidad de consultoras especializadas en esta área.

En Costa Rica, existen actualmente 278 marcas de franquicias, de las cuales 217 son internacionales y 61 nacionales.
 

En el 2010, solo había 21 empresas costarricenses bajo este modelo. Precisamente, en ese año se iniciaron los estudios sobre este esquema en el país, a cargo del Cenaf, que funcionan como un termómetro para medir el desarrollo del sector.

Para este 2016, el Cenaf en conjunto con el Ministerio de Economía (MEIC) y el Sistema de Banca para el Desarollo (SBD), están trabajando con seis nuevas pymes con el modelo de microfranquicia.

Es decir, para este 2016 habrá 67 franquicias ticas, 32 creadas mediante programas impulsados por el Cenaf y 35 estructuradas de forma indepediente.

La microfranquicia contiene los mismos estándares de estructuración y calidad en la manera de operar y reproducir el negocio, solo que en un formato más pequeño. Requiere una inversión menor a $30.000, debe ser fácil de reproducir, con operación sencilla y es un generador de autoempleo.
 

El primer proyecto promovido por la CCCR fue el de “Fortalecimiento y crecimiento de las pymes por medio de la franquicia’’, en el 2008, con la Cámara como ente ejecutor y financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Gracias a esta iniciativa se crearon 16 nuevas pymes con el modelo y el BID donó el 50% del costo de la conversión.

En el 2014, comenzó el “Programa de desarrollo de franquicias costarricenses”, con el apoyo del SBD y se lograron estructurar 10 compañías.

A finales del 2015, comenzó el programa de microfranquicias con el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) y el SBD que es el que permitirá que esas seis nuevas franquicias operen a corto plazo.

Las empresas son Pollos AP, Arteria, Minter, Pipo’s Dog, Life Photo y Pupy ID, y ligarán a 30 emprendedores de la ciudadela La Carpio, en San José.
 

De hecho, el SBD es un músculo significativo no solo en el aporte directo de recursos y de cierto porcentaje para los proyectos del Cenaf sino, que mediante él, otras entidades financieras han optado por brindar apoyo.

En este momento, tanto la Asociación Costarricense para Organizaciones de Desarrollo (Acorde), como el Banco BCT, brindan financiamiento tanto para los interesados en estructurar una franquicia como para los que deseen comprar.

Asimismo, el Banco Nacional de Costa Rica (BNCR) cuenta con esquemas de financiamiento para pequeñas empresas que se ajustan a las necesidades que pueden presentar los negocios que quieren operar una franquicia.

“Esto incluye el complemento con fondos de garantías del SBD. La constitución de una franquicia es un plan de inversión que se puede financiar si es viable y factible”, dijo Víctor Acosta, director general de Banca de Desarrollo del BNCR.

Por su parte, el Banco de Costa Rica (BCR) financia la compra de franquicias.

Por otra parte, algunas empresas que han estructurado de manera independiente su negocio son Crepissima, Little Monster, Bambai, Bee Sweet y La Divina Comida.

El Cenaf también desarrolla, a partir de esta semana, el programa Al Invest 5.0, con recursos provenientes de la Unión Europea y, entre sus resultados, se cuenta con el apoyo a la creación de nuevas franquicias para todo Latinoamérica.

Otro elemento que refuerza el ecosistema de crecimiento de franquicias costarricenses, es el interés de los bufetes de abogados en especializarse en el tema.

Para ello, varios han concretado alianzas estratégicas con consultoras especializadas, lo que también está impulsando la creación de sedes en el país, tal como lo hizo Central Law Abogados con Gallástegui Armella en 2013, y recientemente la instalación de oficinas de Francorp y Surplus.